Siempre que Antonio Solano tiene a bien recordarnos que se aproxima #poema 27, abro los libros de los poetas que tantas veces me han acompañado y me dejo llevar. En esta ocasión, ha ganado la nostalgia de aquella juventud en que abrí esos libros por primera vez. Uno de los poetas de juventud por excelencia es, para mí, Neruda y este año lo he constatado en clase con mis alumnos. Neruda siempre triunfa. He elegido para recitar Hemos perdido aun este crepúsculo y un año más, he compartido con mi hija Mar este homenaje. Mar toca al Saxo alto, el primer y cuarto movimiento de la Petite Suite Latine de Jerôme Naulais. La poesía es una forma muy especial de conocimiento y cuando se comparte y se disfruta se convierte en una experiencia mágica.
Muchísimas gracias por este regalo poético. Maravillosa como siempre.
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