Lo que ocurre en las nubes
también ocurre en nuestra casa.
No te voy a pedir el corazón que llevas
escondido debajo de tu ropa de invierno.
Solamente esperaba, como leña reunida,
para arder en el fuego que calienta tus manos.
Quiero esconder tu noche, tu sed, tus libramientos,
tu vivir en las sílabas que componen tu nombre,
tu quedarte dormida, tu me voy a la cama,
tu silencio acostado, mi silencio acostado,
las cosas que me pasan cuando sueñas conmigo.
escondido debajo de tu ropa de invierno.
Solamente esperaba, como leña reunida,
para arder en el fuego que calienta tus manos.
Quiero esconder tu noche, tu sed, tus libramientos,
tu vivir en las sílabas que componen tu nombre,
tu quedarte dormida, tu me voy a la cama,
tu silencio acostado, mi silencio acostado,
las cosas que me pasan cuando sueñas conmigo.
(Hoy me permito el lujo de regalarme y compartir este poema, perteneciente al último libro de uno de mis poetas preferidos. Creo que Montero crea belleza con la sencillez y la cotidianeidad, algo muy difícil en poesía.)
Qué mejor regalo que un poema aunque seas tú la que te lo regales.
ResponderEliminarBuena elección. Es un poema precioso.
Happy Birthday!!!
No pasan los años
ResponderEliminarpor jóvenes espíritus.
Así es vivir.
Gracias a los dos aunque un poco tarde. Ya de vuelta de Madrid, he dejado paso a las fallas y he vuelto cuando estaban reducidas a cenizas. Estoy ya mayor para estas fiestas, aunque Antonio, lo de "espíritu joven" me ha llegado al alma.Concha, me alegro de que te haya gustado el poema y te recomiendo su último libro "Un invierno propio".
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