El mar es infinito
frente a él
deposito mi pensamiento
y alguna pena
como ofrenda,
El mar la mece,
la humedece
y mansamente devuelve
como una letanía
que no fuera a perdurar.
Arrebatado ese instante
algo ha huído
como la espuma.
En el umbral de sus orillas
se dirimen todos los encuentros
y alguna despedida.
Esta entrada dominguera, invita a mis compas de Círculo de Tinta y a cualquiera que disfrute con la poesía, a desmembrar este poema y con cualquiera de sus versos construir uno propio y compartirlo por supuesto aunque sea en los comentarios . Después, Con todo lo que surja, algo haremos...
El mar se ha comido un poeta
ResponderEliminares su dieta.
Todos los días se relame con versos crujientes
y rimas espumosas.
La mar se mesa las olas en miradas
y esperas, o quizá en algo más que está muy dentro,
en ese estómago voraz que se tragó ya varios mundos.
Yo como el mar, me he comido un poeta
pero como las viejas deidades no espero más odas que los quejidos de un placer inagotable. ;-)
Sólo se me ocurre una cosa: No esperaba menos de tí. Gracias, me ha encantado.
ResponderEliminarEn el umbral de sus orillas
ResponderEliminarse dirimen todos los encuentros
y alguna despedida.
En la profundidad de su abismo
vive un aliento insondable
que contiene todas las dudas
y adormece toda ambición
Anónima Amparito cuanto tiempo sin compartir poesía,has escrito justo el contrapunto que necesitaba el poema. Muchas gracias, me hace mucha ilu.
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