HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA.
En estos momentos Serrat canta los poemas de Miguel Hernández en Los Jardines de Viveros. Como en tantos otros conciertos imagino el marco incomparable, un oasis en medio de la ciudad, casi puedo percibir el olor a humedad verde y también esa emoción que se llega a producir minutos antes de un concieto. La poesía cantada... Miguel Hernández... Esta vez no ha podido ser... me conformo con el CD como regalo, disfruto de la música y destaco este precioso poema:
EL MUNDO DE LOS DEMÁS
El mundo es como aparece
ante mis cinco sentidos.
y ante los tuyos que son
las orillas de los míos.
El mundo de los demás
no es el nuestro: no es el mío.
Imágenes de la vida:
cada vez las recibimos.
Nos reciben entregados
más unidamente a un ritmo.
Pero las cosas se forman
con nuestros propios delirios.
Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos
miramos siempre hacia adentro.
Vemos desde lo más íntimo.
El mundo de los demás
no es el nuestro: no es el mismo.
Trabajo y amor me cuesta
conmigo así, ver contigo,
aparecer como el agua
con la arena, siempre unidos.
Nadie me verá del todo
ni es nadie como lo miro.
Somos algo más que vemos,
algo menos que inquirimos.
Algún suceso de todos
pasa desapercibido.
Nadie nos ha visto. A nadie
ciegos de ver, hemos visto.
Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos.
Miramos siempre hacia adentro,
Vemos desde lo más íntimo.
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