lunes, 29 de septiembre de 2014

Como pez en el aula


La imagen que encabeza este post recoge los deseos de mis alumnos del Ciclo Inicial de Formación para adultos, donde este año doy clase. Se trata de personas adultas, en este caso de personas mayores entre 65 y 86 años con una gran vitalidad y unas enormes ganas de aprender. Recojo la idea que lanzó @aulablog y secundaron muchos compañeros de las red como Evaristo Romaguera o Pepa Botella, expresando así, sus propios deseos o los de sus alumnos para este curso que iniciamos. Me pareció una magnífica forma de empezar, expresar nuestros deseos educativos. A mis alumnos de este año les costó, no se lo habían planteado, pero una vez pensaron en ello, los deseos fluyeron y lo pasamos muy bien. 
Gracias a esta actividad, me di cuenta de que mi deseo era simplemente estar en un aula rodeada de alumnos, donde estoy como pez en el aula y que, partiendo de ahí, todo podría ser posible en mayor o menor medida. No importaba, o al menos no ha importado hasta el momento, si el aula estaba repleta de jovenzuelos, casualmente, un viernes a última hora o invadida por los temidos PQPI que aunque son programas que deben estar capitaneados por profesores fijos del propio IES, siempre acabamos dándolos los últimos que llegamos. Tampoco me ha importado hasta la fecha, tener que conducir hasta una hora para llegar a la ansiada aula, ni tener en más de una ocasión horario partido de mañana y tarde, llegando a casa más allá de las 22h. No, nunca me ha importado, es más, incluso lo he disfrutado cada año, como puede constatarse en este blog, iniciando proyectos que a veces han quedado inacabados por tener que ir de un sitio a otro cada año. Lo que sí me importa, es más, empieza a quitarme el sueño es la espada de Damocles que vuelve a cernirse por entre las cabezas de los interinos de esta santa comunidad, ya que, si  no aprobamos la oposición que parece ser van a convocar, veremos roto nuestro deseo de entrar en un aula, de trabajar, siendo expulsados del sistema educativo sin paliativos. Dará igual que nos hayamos preocupado por aprender, por introducir las nuevas tecnologías en el  aula, por formar parte de  proyectos colaborativos, por publicar libros ... y lo más importante, por entrar al aula cada día con alegría intentando hacer amar nuestra asignatura que para algunos de nosotros es nuestro otro yo, nuestra otra piel. Todo dará igual, pues no se califica, mi día a día en el aula, no se califica. Mi empatía con el alumnado, no se califica como tampoco se califica mi mayor o menor poder resolutivo ante las miles de circunstancias que acontecen en un aula. No todo eso no tiene valor  en una oposición al cuerpo de docentes de secundaria.


Pero bueno, yo aquí  había venido a hablar de inicios, no de finales, por tanto diré que este año tengo tres clases de FPA Ciclo Inicial, con magníficos alumnos de entre 65 y 86 años, a los que ya he  liado para trabajar poesía y preparar un recital. Espero que también pronto vea la luz nuestro blog. También doy clases de español para extranjeros que me encanta y castellano a dos cursos variopintos  de adultos que quieren obtener el Graduado en Secundaria. Todo un lujo que espero dure mucho tiempo.