lunes, 26 de julio de 2010

BIG FISH



Una vez más he visto la película de Tim burton, BIG FISH. Digamos que esta vez, me la he encontrado por sorpresa en la televisión, mientras de fondo se desencadenaba una hermosa tormenta de verano.
No negaré que es una de mis películas preferidas y que cada vez que la veo, encuentro una nueva razón para confirmarlo.La primera y fundamental es la indisoluble relación que se plantea entre la vida y la literatura. La segunda razón sería la increíble asociación entre la vida, como compendio de relatos fantásticos y la figura paterna. 
Tim Burton es un director algo excéntrico, pero esas excentricidades me atraen, me mantienen pegada a la pantalla, con sus personajes desmesurados. Jhonny Deep y Helena Bonham Carter omnipresentes en casi todas sus películas. En esta película roza la genialidad aunando su excentricidad con un punto de vista muy poético de la existencia, ambas cosas muy didíciles de asociar en la pantalla. Es genial y hasta cierto punto sobrecogedor, el momento en que los niños descubren como van a morir, mirando en el ojo de la bruja, que no lo es tanto, ya que tan sólo se trata de una mujer enamorada. 
Es formidable el enfrentamiento paterno-filial que se desencadena debido a esa exagerada tendencia del padre a transgredir la realidad, de tal forma que el hijo se cree incapaz de llegar a conocer a su propio padre. Interesante paradoja que hace pensar en la actual relación padres-hijos en la que suele escasear ese derroche de historias fantásticas. 
Creo que Tim Burton consigue en hora y pico de película que lleguemos a considerar cotidiano ese alarde de imaginación narrada, planteando un final muy emotivo pero a su vez muy vital, tanto, que casi una lo querría para sí, llegado el momento. 
Finalmente el hijo accede a la petición del padre, bien porque ha perdido la esperanza de conocerlo, bien porque lo conocía desde siempre pero no se da cuenta hasta ese momento y comienza a narrarle el cuento de su propia muerte y también de su propia vida, mientras el padre expira en un hospital. Y es en ese mismo momento, en el que suele ser difícil contener la lágrima y a la vez una especie de sonrisa.

 


 

1 comentario:

  1. Que buena película. Yo la vi por los crios y me sorprendió más que mucho.

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